El objetivo general del LABORATORIO DE MICOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO MOLECULAR es
lograr mejorar, en eficiencia y especificidad, el diagnóstico de las
infecciones y el tratamiento de las mismas. Por esto, nuestro laboratorio se dedica al estudio de los mecanismos
moleculares de resistencia a los antifúngicos en hongos del género Candida
y Aspergillus y al diseño de herramientas moleculares de diagnóstico de
infecciones y de resistencia a los antimicrobianos.
Resistencia a los antifúngicos
En los últimos años, la incidencia de las infecciones fúngicas ha aumentado considerablemente debido al aumento del número de pacientes susceptibles de sufir infecciones fúngicas oportunistas causadas tanto por levaduras como por hongos filamentosos.
Las opciones de tratamiento de estas micosis son limitadas debido a la existencia de solo tres clases antifúngicas: los polienos, los azoles y las equinocandinas. Las dos primeras tienen como blanco de acción a los esteroles de membrana (ergosterol), mientas que las equinocandinas inhiben la síntesis de la pared celular fúngica. La mayoría de las especies de los géneros Aspergillus y Candida son sensibles a los triazoles de segunda (fluconazol e itraconazol) y tercera generación (voriconazol y posaconazol), a anfotericina B (AMB) y a las equinocandinas. Sin embargo, existen resistencias primarias y secundarias a las terapias disponibles.
Así, todas las especies del género Aspergillus son resistentes intrínsecos a dos de los azoles más usados (fluconazol y ketoconazol) mientras que A. terreus es además resistente natural a AMB(el único polieno sistémico). Por otro lado, un 5-10% de los aislamientos clínicos de Aspergillus spp. adquiere resistencia secundaria a los triazoles durante el tratamiento. Por su parte, C. krusei es resistente natural a fluconazol, C. glabrata presenta altas tasas de resistencia a fluconazol y C. parapsilosis sensu lato presenta sensibilidad reducida a las equinocandinas. Además, todas las especies del género Candida presentan en menor o mayor medida resistencia secundarias a azoles y equinocandinas.
Estas resistencias primarias y secundaria generan un gran desafío terapéutico. A pesar de su importancia clínica, el estudio de los mecanismos moleculares de resistencia a los antifúngicos se han limitado a muy pocas cepas de Candida spp. y A. fumigatus que no respondieron a terapias con triazoles y equinocandinas. Por estas razones, en el caso de un aumento de las resistencias no dispondríamos de la base teórica para desarrollar herramientas de detección o para disponer de terapias eficaces frente a los organismos resistentes.
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Resistencia a los antifúngicos
En los últimos años, la incidencia de las infecciones fúngicas ha aumentado considerablemente debido al aumento del número de pacientes susceptibles de sufir infecciones fúngicas oportunistas causadas tanto por levaduras como por hongos filamentosos.
Las opciones de tratamiento de estas micosis son limitadas debido a la existencia de solo tres clases antifúngicas: los polienos, los azoles y las equinocandinas. Las dos primeras tienen como blanco de acción a los esteroles de membrana (ergosterol), mientas que las equinocandinas inhiben la síntesis de la pared celular fúngica. La mayoría de las especies de los géneros Aspergillus y Candida son sensibles a los triazoles de segunda (fluconazol e itraconazol) y tercera generación (voriconazol y posaconazol), a anfotericina B (AMB) y a las equinocandinas. Sin embargo, existen resistencias primarias y secundarias a las terapias disponibles.
Así, todas las especies del género Aspergillus son resistentes intrínsecos a dos de los azoles más usados (fluconazol y ketoconazol) mientras que A. terreus es además resistente natural a AMB(el único polieno sistémico). Por otro lado, un 5-10% de los aislamientos clínicos de Aspergillus spp. adquiere resistencia secundaria a los triazoles durante el tratamiento. Por su parte, C. krusei es resistente natural a fluconazol, C. glabrata presenta altas tasas de resistencia a fluconazol y C. parapsilosis sensu lato presenta sensibilidad reducida a las equinocandinas. Además, todas las especies del género Candida presentan en menor o mayor medida resistencia secundarias a azoles y equinocandinas.
Estas resistencias primarias y secundaria generan un gran desafío terapéutico. A pesar de su importancia clínica, el estudio de los mecanismos moleculares de resistencia a los antifúngicos se han limitado a muy pocas cepas de Candida spp. y A. fumigatus que no respondieron a terapias con triazoles y equinocandinas. Por estas razones, en el caso de un aumento de las resistencias no dispondríamos de la base teórica para desarrollar herramientas de detección o para disponer de terapias eficaces frente a los organismos resistentes.
Sepsis
Las sepsis son una de las 10 causas más frecuentes de muerte a nivel
mundial. Su tasa de mortalidad se ve acrecentada por el retraso en el
diagnóstico y en la instauración del tratamiento adecuado. El cultivo y la
identificación tradicional o fenotípica de los microorganismos es el único
método actualmente utilizado en la mayoría de los laboratorios de todo el mundo
para diagnosticar infecciones sanguíneas causadas por bacterias y hongos. Este
proceso requiere de un cultivo inicial de la muestra de sangre que puede llevar
de uno a 5 días. Posteriormente, se realiza el subcultivo de las muestras
positivas necesitándose entre 18 a 24 horas más de incubación para bacterias y
entre 24 horas y 45 días para hongos. Luego, son necesarias al menos otras 24
horas para realizar la identificación definitiva y otras 24 a 48 horas más para
establecer la sensibilidad a los antimicrobianos. Por lo tanto, desde la toma
de muestra, se necesitan de al menos 4 días para obtener el diagnóstico
definitivo.
Intuitivamente se puede anticipar que un diagnóstico rápido de una
bacteriemia o de una funguemia puede significar la diferencia entre la vida y
la muerte de un paciente. Además, la reducción de los tiempos de diagnóstico
trae aparejado una disminución de los costos hospitalarios debido a una menor prescripción
de antibióticos, la necesidad de realizar menos estudios por paciente, la
reducción de los días de internación y la necesidad de una menor cantidad de
terapias de soporte. Al mismo tiempo, se disminuyen los efectos secundarios de
los tratamientos medicamentosos múltiples y la incidencia de resistencias a los
antimicrobianos, factores que inciden en la morbilidad y mortalidad de los
pacientes.
Actualmente nuestro esfuerzo se enfoca en:
El estudio de los Mecanismos de resistencia a los antifúngicos en Aspergillus
terreus. Proyecto financiado por la Agencia Nacional de
Promoción Científica y Tecnológica
(Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica - PICT).
Rol de las subunidades Fksp del complejo 1,3-beta-D-glucan sintasa de Candida
glabrata en la resistencia a las equinocandinas. Proyectos
financiados por el CONICET (Proyectos de Investigación Plurianuales -PIP) y por
la Universidad Nacional del Litoral (Proyectos CAI+D).
Diagnóstico
etiológico y orientación terapéutica rápida de infecciones bacterianas y
fúngicas. Desarrollo, evaluación y aplicación de matrices de reacciones
moleculares. Proyecto financiado por la Agencia Nacional de
Promoción Científica y Tecnológica
(Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica - PICT).